En algún momento, la mayoría de nosotr@s hemos formado parte de un “Gran equipo”. Puede haber sido en el deporte, en las artes dramáticas o en nuestro trabajo. Al margen del entorno, quizá recordemos la confianza, las relaciones, la aceptación, la sinergia y los resultados que obtuvimos. Pero a menudo olvidamos que los grandes equipos no siempre son grandes al principio…

Habitualmente comienzan como un grupo de individuos. Se requiere tiempo para desarrollar el trabajo en conjunto, así como para aprender a caminar o andar en bicicleta. En otras palabras, los grandes equipos son organizaciones inteligentes, grupos de personas que con el tiempo aumentan su capacidad de crear lo que desean crear.

Observando el desarrollo de un equipo, vemos que las personas sufren grandes cambios. Hay un ciclo de aprendizaje profundo. Los miembros del equipo adquieren nuevas aptitudes que alteran sus actos y su entendimiento. Al desarrollar nuevas aptitudes, también desarrollan una nueva sensibilidad, una nueva percepción. Con el tiempo, a medida que aprendemos a ver y experimentar el mundo de otra manera, las nuevas creencias y premisas comienzan a cobrar forma, lo cual permite el desarrollo de otras nuevas aptitudes.

Este ciclo de aprendizaje profundo constituye la esencia de la organización inteligente: no sólo el desarrollo de nuevas aptitudes, sino de nuevas perspectivas mentales, tanto individuales como colectivas.

Existen cinco disciplinas básicas del aprendizaje que constituyen los medios para activar este ciclo

  1. Dominio personal: aprender a expandir nuestra capacidad personal para crear los resultados que deseamos y construir un entorno empresarial que aliente a todos sus integrantes a desarrollarse con miras a las metas y propósitos que escogen.

  1. Modelos mentales: reflexionar, aclarar continuamente y mejorar nuestra imagen interna del mundo, viendo cómo modela nuestros actos y decisiones.

  1. Visión compartida: elaboración de un sentido de compromiso grupal acerca del futuro que procuramos crear, los principios y lineamientos con los cuales esperamos lograrlo.

  1. Aprendizaje en equipo: la transformación de las aptitudes colectivas para el pensamiento y la comunicación, de modo que los grupos de personas puedan desarrollar una inteligencia y una capacidad mayor que la equivalente a la suma del talento individual de sus miembros.

  1. Pensamiento sistémico: un modo de analizar – y un lenguaje para describir y comprender – las fuerzas e interrelaciones que modelan el comportamiento de los sistemas. Esta disciplina nos permite cambiar los sistemas con mayor eficacia y actuar en forma más acorde con los procesos del mundo natural y económico.

Practicar una disciplina equivale a seguir un camino de aprendizaje y desarrollo que no tiene fin. Una disciplina no es un mero “tema de estudio”, es un conjunto de técnicas, basadas en una teoría o imagen del mundo, cuya práctica exige estudio y concentración. De esa manera, nuestra capacidad evoluciona de tal modo que aprendemos a mirar el mundo de otras maneras. Una vez que empezamos a dominar el aprendizaje en equipo o el pensamiento sistémico, es muy difícil prestarse al viejo juego de consolidad nuestra posición a expensas del conjunto.

 

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